Rancio

Últimamente me estoy fijando mucho en los parques de alrededor de la zona dónde yo trabajo (pleno centro financiero de Madrid) y me llaman mucho la atención las asistentas de las casas con los hijos de sus “señores”.

Visten con el típico atuendo de “chacha”, para que se sepa perfectamente que ese hijo no es suyo.

Probablemente los padres de esa criatura no tengan tiempo para llevarle al parque o a pasear, esperemos….. Por que no hay nada más gratificante que pasar ratos de diversión con tu hijo.

Pero el hecho de que estas personas sean tan fácilmente reconocidas en un parque, con otros padres e hijos me llama mucho la atención. ¿Por qué hay que marcar así la diferencia? Si no tienes tiempo para llevar a tu hijo a un parque ¿por qué quieres que las otras familias sepan que no son sus madres/abuelas?

Lo del traje de asistenta en una casa me parece tan antiguo. Pero ya en un parque, cuidando de tu hijo, con gente alrededor…..

En fin, lo rancio nunca nos abandona.

Por fin viernes!

Esta semana he vivido sentimientos confusos.

Puede ser que mis hormonas de madre reciente estén aún a flor de piel o que he vuelto a la vida más combativa que nunca.

A lo mejor en algunas cosas me he equivocado pero como se dice siempre…. A lo hecho pecho.

Puede que haya gente que no le haya parecido bien que alzase la voz, que luche por lo que yo quiero…. Pero me da igual.

Esta semana ha sido de gran cansancio físico y mental. Hasta se me han olvidado cosas importantes como toda buena malamadre que soy. Pero ha diferencia de antes, ahora tengo una razón por la que luchar y por la que sonreír a la vida.

Mi razón de actuar. Mi razón de vivir.

Gracias a las palabras por ayudarme a canalizar mis sentimientos!

La culpa

Desde que nació Diego hace 8 meses lo que más me ha costado es quitarme ese sentimiento. Mi marido se tenía que acostumbrar a una nueva ciudad por mi culpa; yo no sabía cuidar a un bebé, el niño estaba perdiendo peso, por mi culpa; no le puedo dar todo lo material que me gustaría, por mi culpa…. Por mi culpa, por mi culpa…

Sin embargo, leí un comentario en Facebook de que ese sentimiento era normal en ese momento justo. Y que muchas mujeres habían pasado por ello.

Aprendí a canalizarlo, hasta creo que lo superé…. Pero hoy la culpa ha vuelto con más fuerza por una serie de circunstancias.

Y efectivamente, hoy no es un sentimiento es una realidad. Viene con más razón que nunca… Por qué un día decidí renunciar, antes de qué fuese necesario. Por qué si no hubiese renunciado, las cosas podrían ser de otra manera.

Qué pasará mañana…

que cambia todo.

La verdad es que somos muy dados a pensar en lo peor que puede suceder cuando nos enfrentamos a algún cambio.

No sé si por masoquismo o desconfianza o temor a no cambiar, pero primero nos fijamos en los contras y nos impiden ver todo lo demás.

Al final es el transcurso del tiempo el que nos muestra todo. Pero a nosotros nos gusta adelantarnos.

Promesa: pensar en que las cosas ya vendrán con el tiempo. No pensar en lo malo antes de que se produzcan.

Las cosas con prisas…

Casi siempre salen mal.

Con los años he aprendido qué hay que tomar las decisiones en frío, con un cierto y no deprisa y corriendo.

Se deben estudiar todas las alternativas posibles y barajar los pro y los contras.

Incluso, si es necesario, pedir asesoramiento.

Pero esta debe ser sólo mi idea de actuar y el de unos pocos más porque todos conocemos casos de decisiones rápidas y que después se ha comprobado que han sido un fracaso.

Microrrelato “Lisboa”

Diego se dirigía a Lisboa para asistir a una importante reunión de trabajo.

Como el avión le daba pánico, decidió hacer el viaje en tren hotel.

Estaba durmiendo profundamente en su cabina cuándo sonó un fuerte ruido en el pasillo que le hizo despertar.

Abrió la puerta y delante suya se encontró una mochila. En la misma aparecía serigrafiado el logotipo de la empresa de la competencia.

Corrió la cremallera y dentro vio una gran cantidad de dinero y un sobre con una nota en la que aparecía escrito HUYE

Cuándo uno hace algo que no está bien…

Tiene que asumir su responsabilidad, siempre.

Hoy he visto diferentes formas de cómo castigar lo que no está bien hecho.

Despido, dimisión o cárcel.

Éticamente creo que lo mejor es siempre dimitir ya que estás reconociendo el fallo.

Ahora, si no lo reconoces y además tu falta es tan grave que afecta a un grupo de personas, sin duda alguna lo mejor es el despido.

Y la cárcel ya cuándo pasas totalmente de todo, no reconoces absolutamente nada, la falta es muy grave y con mucha repercusión y además se es reincidente en ella.

Hoy me quedo con la dimisión. Por lo menos nos hace reflexionar.

Comienza el mundial!

De verdad que esto del fútbol, o de cualquier pasión desbordada por algún otro deporte, no lo entiendo.

Algunos dirán que porque soy mujer y otros que por no hacer nada de ejercicio.

Pues bien, a mi me encanta el ciclismo (sí, ese deporte que a algunos les ayuda a dormir) y yo no he dejado de salir ni he hecho mis planes en función de una etapa.

La vida sigue y no se puede detener por un partido y menos en el que ni siquiera juega tu selección. El resultado de ese partido ni te va a cambiar tu vida ni te va a aportar nada. Bueno, a lo mejor un rato de satisfacción… pero también se puede obtener de muchas formas, cómo puede ser la cultura.

Vivan los ministros a favor de la cultura!

No puedo mássss!

Se nota que llega el verano, aunque no por el buen tiempo precisamente.

Ya estamos empezando a salir más, a disfrutar de que el día tiene más horas de luz…

A mi el sol me da fuerza pero claro, este año con un bebé, necesito más todavía.

Mi cuerpo y mi cabeza aún no han comprendido que los años pasan algo de factura y, que tirar de un carro de bebé 4 horas, también.

Pero es ver un poco de luz y ala!

A ver si el agotamiento que tengo ahora permite centrarme algo. Aunque me da a mí que en la siguiente oportunidad, ahí estaremos intentando disfrutar.

Sin parar.

A veces me sorprende cómo podemos pasar de estar tranquilos a volvernos locos. Así, a la más mínima de cambio nuestra vida da un vuelco de 360° cuándo era completamente anodina.

Y cómo todos los cambios.. ¡No vienen solos! Cuándo surge algo, surgen más cosas a la vez.

Pero así es la vida. Habría que intentar acostumbrarse a estas variaciones en la coyuntura, pero yo no sé.

A pasarlo cómo mejor se pueda.